miércoles, 25 de julio de 2012

Sofas Minimalistas


Un sofá modular que destaca por su composición a base de sencillos y limpios volúmenes, como si de un juego de construcción se tratara, lo que le da un aire futurista y de gran modernidad. Sus formas se adaptan a la anatomía del cuerpo humano, proporcionando una sensación cómoda y relajante. ADN consta de una estructura de madera recubierta de poliéster de alta densidad y una base de asiento confeccionada en espuma de poliuretano. Cuenta con unas prácticas riñoneras y los cabezales se unen a la estructura mediante imanes. Es totalmente desenfundable.


La sencillez de líneas es el mayor atractivo de este modelo, que permite jugar con la solidez de sus piezas para formar distintos sofás con los que estructurar espacios por sí solos. Grandes asientos, con un diseño sobrio,  se combinan con los respaldos y reposabrazos que pueden añadirse en función de las necesidades y gustos de cada cual. De esta manera, han creado desde sofás de diferentes plazas, hasta rinconeros o divanes, pasando por chaise longue… Es totalmente desenfundable.


miércoles, 18 de julio de 2012

Espacio Multifuncional


Cada vez es más habitual la existencia de espacios multifuncionales donde es posible vivir y trabajar. En este caso concreto, el arquitecto japonés Jun Murata / JAM ha rehabilitado un apartamento que se utiliza como alojamiento y oficina para empresarios taiwaneses.


La vivienda-oficina se encuentra ubicada cerca de la ciudad de Osaka, próxima a núcleos de transporte como aeropuertos y estaciones de trenes. Esta situación motivó que los clientes desearan unos interiores que les permitieran alejarse del ruido y disfrutar de un poco de tranquilidad, pero que resultaran interesantes por sí mismos. También necesitaban que pudieran recibir a un invitado que dispusiera de un espacio de trabajo bien equipado.


El primer paso que se llevó a cabo fue integrar y articular de forma racional el espacio existente, eliminando las paredes de tres habitaciones y creando un ambiente continuo. También se examinó y redifinió la capacidad para los equipamientos y el espacio de almacenamiento necesario.
Estos objetivos se cumplieron diseñando un espacio en forma de “donut” rectangular que establece una continuidad entre las áreas de trabajo y las privadas. El nuevo y flexible habitáculo alberga un vestíbulo, un pasillo, dos habitaciones (una con vestidor) y una cocina semi-abierta a una estancia multifuncional donde se encuentran el salón-comedor, una zona con el tradicional tatami japonés y un núcleo central para una parte del equipamiento de oficina. La pared norte, que se extiende desde el este hacia el oeste, se ha materializado con un acabado rugoso que funciona como una pantalla donde se reflejan vagamente luces y escenas.



Con el fin de crear “diferentes estados de ánimo” y reforzar el carácter multifuncional del nuevo espacio, Murata pensó detenidamente en las luminarias de varios tipos y formas. La iluminación lineal en la pared hace que el espacio se sienta de forma continua. Al hacerlo así y simplemente cambiando la luz, el cliente puede volver a “recomponer” la casa en función de lo que está pasando: una reunión de negocios, una proyección o una exposición de arte.
La privacidad que requiere la vida diaria se ha resuelto a través de puertas correderas en las que se han practicado unas finas ranuras horizontales. Estas aberturas permiten que la luz del sol, que llega del oeste, ilumine todos los rincones de la casa durante el día.

miércoles, 11 de julio de 2012

Apartamento en Amsterdam


Este es un moderno apartamento de dos niveles, en un edificio historico de Amsterdam, con vistas a los canales de la tradicional ciudad.
Obra del estudio de Laura Alvarez, esta renovacion se distingue por su sencillez, sintesis, y un equipamiento actual de lineas modernas.
La idea principal del proyecto ha sido transformar la vivienda existente, oscura y claustrofóbica, en un loft luminoso y, al mismo tiempo, recuperar elementos esenciales de la antigua construcción.

La planta baja se ha diseñado como un espacio diáfano de 70 m2, el apartamento tiene 120 m2, concebido como un ambiente continuo, capaz de acoger las distintas actividades del día a día sin “distribuirlas” en diferentes habitaciones. En el centro de la planta, una ligera escalera de acero sirve como elemento de transición entre la cocina y el salón-comedor.
La cocina se ha equipado con electrodomésticos especiales para dar respuesta a las necesidades culinarias de los propietarios del apartamento, ya que disfrutan mucho cocinando. Se ha distribuido en dos frentes paralelos: uno en blanco, creando una hornacina para la zona de aguas, que se integra en los paramentos verticales también pintados en blanco, y una isla revestida en la misma madera que la puerta de la entrada y la mesa del comedor.



Para aislar a voluntad el pequeño vestíbulo de acceso a la vivienda, se utiliza una puerta corredera de madera de nogal completamente lisa que va de suelo a techo. En la entrada también se ha ubicado un pequeño aseo de cortesía. El resto de puertas sin marcos y los zócalos lisos contribuyen a percibir el espacio como una secuencia de superficies limpias y nítidas.

La planta superior se ha reservado para el programa más privado de la vivienda. En ella se han ubicado una habitación y el dormitorio principal. Ambas estancias se experimentan como una gran sala que puede dividirse en dos en caso de necesidad. En esta planta, se produce un cambio radical de pavimento: mientras que en el primer piso, el suelo de epoxy gris crea un equilibrado contraste con los elementos de madera de nogal, en la planta superior el parquet de bambú aporta una sensación mucho más cálida.