El futurismo está cada vez más cerca de nosotros y durante los últimos años ha adquirido una gran importancia en la decoración. El “futurismo” es una corriente artística que a pesar de sus pocos años ya viene dando sus primeros novedosos frutos. A mediados del siglo XX, se empezó a difundir un movimiento llamado futurista, este grupo al mando de Marinetti defendía la idea de que la tecnología podía ser más hermosa que el arte. Una corriente que tenía como principios la velocidad, los instintos y la irracionalidad. Lo que parecía un rebelde acto en contra de las manifestaciones artísticas pasó a convertirse en todo ello que hoy vemos en los catálogos de diseñador o en las tiendas más modernas de la ciudad. El futurismo se basa en los siguientes principios: Mejor uso del espacio a través de la fragmentación de volúmenes. Uso de líneas como elemento central. Uso de muebles y diseños ergonómicos. Uso de materiales como metacrilato, acero, policarbonato y cristal. Poner a los objetos tecnológicos como el centro de la decoración. Además de estos usos, el futurismo rompe con los esquemas tradiciones y se atreve a eliminar todo concepto de decorado que pudiera haberse dado antes. El minimalismo se asocia directamente con esta tendencia, pues se prescinde delos ornamentos y se prefiere los espacios totalmente limpios. Para conocer más detalles del movimiento futurista te dejo este enlace con el Manifiesto Futurista de 1909.
Otra característica importante de la decoración futurista es el uso de los espacios en su totalidad. Un ejemplo, la cocina. Las partes altas de la casa o las paredes son cubiertas con equipos electrodomésticos que pueden servir en las tareas de cocina diarias. El formato compacto es uno de los puntos más importantes, pues mejora totalmente la actividad en este cuarto de la casa y establece un orden. Las cocinas futuristas están equipadas con sillas de policarbonato, mesas de acabados simples y organizadores que pueden tener varias divisiones entre sí.
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